Mi primer referente de empoderamiento femenino : Mi madre.
La mujer a la que voy a presentar en esta primera página del blog es mi madre.
No solo es importante para mí valorar su trabajo como madre, sino todos los aspectos familiares y sociales que han marcado su vida. A pesar de las adversidades contra las que ha tenido que luchar a lo largo de su vida adulta, se suman la dedicación incondicional a su familia, su gran labor como educadora, guía, mentora y cómo, gracias a ella, he aprendido no solo a ser curiosa y luchar por lo que creo que merezco, sino también como el trabajo te hace llegar allí donde el desconocimiento, las dudas, el miedo o la falta de confianza en tí misma podrían hacerte fracasar.
- Tres detalles que me gustaría que conocieseis de ella:
- Ha dedicado su vida adulta al cuidado familiar, anteponiendo el bienestar de su familia al suyo propio.
- Se crece ante las adversidades, cada dificultad ha sido el motor para continuar luchando y seguir adelante.
- Su sensibilidad es su mayor fortaleza. En un mundo que gira tan rápido, y a pesar de su gran responsabilidad, valora cada gesto, cada palabra. No solo transmite la gran empatía que siente por los demás, sino que la contagia.
- Dos de sus actividades favoritas:
- Le encanta el deporte. Disfruta muchísimo de actividades como el pilates, el yoga. La ayudan a sentirse más fuerte y a conectar consigo misma después de un largo día de trabajo.
- Disfruta mucho de cada plan con amigas, tanto si es una pequeña cena, salir a tomar un café, como disfrutar de una buena función de teatro.
- Un recuerdo de una acción memorable:
En su situación, cualquier otra persona habría colapsado y pedido ayuda, sin embargo en aquel momento, cuando el cuidado familiar era todavía algo exclusivamente relegado a la mujer de la familia, su fortaleza y su determinación impidieron que esta situación pudiesen sobrepasarla.
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